Los templos de Angkor… qué decir… son tantas las historias que había escuchado y las fotos que había visto que ya sentía como si hubiera estado ahí, sinceramente no tenía grandes expectativas a pesar de ser el emblema del país, sobre todo por el echo de ser tan turístico; aún así, consiguió sorprenderme, durante los 4 días que pasé con Matt visitando los templos viví una de las mejores experiencias de este viaje, más adelante sabréis porqué:)
Como sabréis, el recinto de Angkor Wat es el recinto religioso más grande del mundo y que se quedó a las puertas de ser una de las 7 maravillas el pasado enero 2013; hay una gran historia detrás de los templos de angkor, que vale la pena conocer (sobre todo si se tiene pensado visitarlos pero hay miles de recursos donde leer sobre ello así que no haré un copiar pegar del wikipedia xD)
Nada más llegar a Siem Reap me instalé en mi habitación individual de 2 dólares con todo una terraza interior para mi sola:) hay que tener experiencia regateando para conseguirlo jijijij y sobretodo consejos de buenos viajeros!
Matt había llegado un par de días antes que yo así que decidimos visitar los templos juntos. Queríamos hacerlo de una forma diferentes pero, como siempre, tenía que ser la más barata posible:) El recinto de Angkor es un recinto abierto, así que por mucho que haya una entrada… ¿quién dice que no haya más de una?? Según google maps hay unos cuantos caminos que llevan dentro del recinto evitando la entrada principal así que alquilamos unas bicis y decidimos inspeccionar el terreno; después de unos 5 km y caminos de montaña ya estábamos dentro del recinto de Angkor:) pan comido!
Como era de suponer, la entrada de cada templo estaba bajo vigilancia por lo que cada vez que queríamos visitar uno de los templos nos tocaba buscar un camino diferente, buscar agujeros en las paredes, saltar muros, abrir caminos entre las pequeñas junglas que rodean los templos (os puedo asegurar que poca gente pasa por ahí por la gran cantidad de telarañas que nos comimos! )
Y así fue como visitamos los templos de Angkor, unas veces con éxito (la gran mayoría) pero con algún que otro fracaso… incluso después de saltar ríos y cruzar prados inundados!! (y lo peor en estos casos es que tuvimos que rehacer el mismo camino de vuelta…)
El primer día lo dedicamos a Banteay Kdei y Ta Prohm, este segundo templo famoso por las enormes raíces que han ido formando los árboles a lo largo de los años, sin duda fue uno de los más impresionantes.



Aunque en el camino de vuelta, la rápida visita al famoso templo de Bayon hizo que nos planteáramos seriamente una idea que había surgido previamente pero que, sinceramente, no me había tomado en serio hasta el momento, pasar la noche en el recinto de Angkor, concretamente en el templo de Bayon:)

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