Hacía una semana que me había despedido de Matt y ahora me acababa de despedir de Carlos para continuar con mi viaje; así que de nuevo sola, pero esta vez con más ganas de seguir mi aventura, de conocer, descubrir y disfrutar cada momento, pero sobretodo de hacerlo a mi manera.
Mi siguiente destino era Kampot, un pequeña ciudad que, por suerte, aún no llega un turismo masivo. Como de costumbre llegamos con retraso, esta vez fue a causa de las condiciones de la ‘carretera’, una camioneta se había quedado atrapada por el barro y había colapsado el tráfico.
Mi idea era alquilar una moto para llegar hasta Kep, pero en el hostal me advirtieron que me sería imposible llegar porque tan solo hay una carretera y es la misma por la que había llegado, en construcción y llena de barro; pero, qué es lo que piensas cuando te dicen que es imposible? pues sí, ahora ya no había otra opción, tenía que hacerlo si o si, aunque finalmente opté por la bici:)
Efectivamente el camino estaba lleno de barro ya que había estado lloviendo durante toda la noche, y la gente no paraba de decirme que me volviera que no podría llegar hasta Kep. En algún momento pensé que no podría hacerlo, sobretodo cuando las ruedas de la bici dejaron de girar xD Por suerte, me ayudaron a limpiar la bici y pude continuar, y al cabo de unos 300 metros la carretera mejoró, por lo que 1 hora más tarde pude llegar a Kep y disfrutar de mi recompensa más que merecida en el Crab Market:)
Después de pasar un par de horas en Kep con un grupo de locales tenía que volver antes de que oscureciera, por suerte el camino ya estaba algo mejor y pude disfrutar del paisaje.
Al día siguiente pasé el día con Sanndra, uno de los chicos que conocí el día anterior en Kep, en el Parque Nacional de Bokor; subimos hasta el pico (tan solo a 1101 metros) haciendo alguna parada por el camino pero el día no acompañaba como para llegar a las cascadas así que tuvimos que volver.
Casualmente, Matt acababa de llegar a Kampot así que quedamos para tomar unas cerveza e intercambiar nuestras aventuras, pero después cada uno siguió su camino. El mío… supongo que era Koh Rong pero para eso tenía que llegar primero a Sihanoukville, y qué mejor forma que haciendo autoestop:)
Tossuda eh?
Con un par…….,