Por fin en el norte

Nada más ver el bus que me llevaría a Chiang Mai ya me dió mala espina, nada que ve con los buses VIP que había cogido por el sur y, efectivamente, tenía que pasar. Paramos un par de veces en medio de la carretera para arreglar el motor que por lo visto estaba dando problemas..no tengo muy claro si al final lo solucionaron o no porque paramos varias veces más durante las 11 horas de trayecto que supuestamente eran 7 o 8.

Después de la ducha tan esperada quise descubrir la famosa ciudad de Chiang Mai de la que todo el mundo habla tan bien. En el hostal conocí a Alex y Elena nos fuimos a ver alguno de los templos (con dos o tres ya tuve más que suficiente)

Parecía que iba mejorando la cosa pero aún no llegaba a ser eso tan espectacular como para no quererme ir como mucha gente dice; si que es mucho más tranquilo y, comparado con lo que había visto hasta ahora en Tailandia podría decir que a penas hay turistas, supongo que es lo bueno de viajar en temporada baja a pesar de las cortas pero intensas lluvias de media tarde;)

También hay una gran diferencia con la gente local, son muchos más amigables y abiertos por lo que por fin puedes conocer más sobre su cultura; al menos aprecian cuando intentas decir algunas palabras en su idioma. Además es que todo es mucho más barato aquí:)

Lo que se suele hacer en Chiang Mai es ir al famoso Tiger Kingdom, hacer elephant trekking y otras actividades organizadas, así como andar por la ciudad y visitar sus templos y mercados; yo me quedé con la última parte aunque me perdí los mercados más grandes del fin de semana pero es que para ello me habría tenido que quedar 3 días más y la verdad es que ya tenía suficiente y quería irme a Pai.

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