Por primera vez nos despertamos sin utilizar ningún tipo de despertador, que ya nos lo merecíamos:)
El principal motivo de visita a la ciudad era por su gastronomía, así que ya os podéis imaginar lo que hicimos durante los 3 días… el único problema es que lo comen todo con extra de picante (suerte que teníamos escrito en chino como pedirlo sin;)
La ciudad en sí no tiene nada de especial por no decir que no tiene nada, vamos la típica ciudad china; tan solo un par de parques y alguna calle que se salva, el centro que está lleno de tiendas, restaurantes y puestos callejeros.
Chengdu es muy famoso por la reserva de Pandas. Como no íbamos a quedarnos mucho tiempo en la ciudad Raquel prefirió quedarse e investigar más sobre su gastronomía mientras yo me fui a ver a los pandas:)
Por la tarde nos fuimos a ver una de las famosas operas en Chengdu; se trata de unas 10 obras independientes de unos 10 min cada una, música, teatro, magia y espectáculos creativos con las manos como podéis ver en el vídeo.
En principio habíamos planeado pasar un par de días en Chengdu ya que íbamos un poco justas de tiempo pero no nos apetecía irnos tan pronto así que nos quedamos un día más y ¡qué acierto! Pudimos probar otro de los platos típicos como el pato al té ahumado, buenísimo! Y seguimos con nuestra cata de dumplings:)
Y para el postre quisimos disfrutar de nuestra panadería favorita en China, ya que no sabíamos si la volveríamos a encontrar; esto es lo que pasa cuando te cuesta hacerte entender y creas una larga cola detrás de ti….
La verdad que a pesar de que Chengdu no tiene nada de especial echábamos de menos la vida de ciudad, y sin tener que usar chaqueta! pero ya habíamos alargado nuestra estancia así que teníamos que seguir con nuestro viaje y despedirnos de Chengdu
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