16 horas de bus, fue de noche así que pasaron rápido, y con esa comodidad no había de qué quejarse, bueno, excepto del modo de conducción y la velocidad a la que íbamos por esas pequeñas carreteras en tan mal estado! Opté por cerrar los ojos y no mirar más por la ventana (ese era el único modo de no sufrir!)
Llegamos a las 6 de la mañana a Hue, buscamos hostal, un gran desayuno y hacia la ciutadela, donde está la ciudad imperial que, aunque está en reformas aún conserva su encanto.
De vuelta al hostal encontramos el primer supermercado en Vietnam (ya empezaba a pensar que no existían en este país!).
Supongo que a estas alturas ya sabéis que los supermercados de cada país son de visita obligada para Raquel (y la verdad que yo me moría de ganas de descubrir las pequeñas “delicatesen” que nos podía ofrecer Vietnam :P Paté!! Fue mejor de lo que me esperaba , un poco de paté untado con ese pan recién echo al estilo baguette, y así pudimos satisfacer nuestro paladares aunque tan solo fuera por un par de días:)
No hay mucho más que hacer en el pueblo así que estuvimos la tarde de relax, noche de cervezas y a dormir pronto que al día siguiente nos esperaba otro bus hacia Hoi An!
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